Guía completa para preparar una sesión gastronómica en tu restaurante

10/18/202512 min read

Comida creativa capturada con iluminación profesional
Comida creativa capturada con iluminación profesional

La fotografía gastronómica no es solo un complemento estético: es una herramienta estratégica que comunica calidad, identidad y experiencia. Cada imagen que mostramos a clientes potenciales refleja el esfuerzo del chef, la frescura de los ingredientes, la estética del emplatado y la atmósfera del restaurante. Una sesión bien planificada no solo mejora la percepción de tu marca, sino que también incrementa reservas, fideliza clientes y genera reconocimiento en medios y redes.

En Las Tres Erres, tras años de experiencia trabajando con restaurantes de ticket medio y alto, hemos desarrollado una metodología integral que te permitirá planificar, ejecutar y aprovechar cada sesión fotográfica, asegurando resultados profesionales y coherentes con la identidad de tu restaurante.

1. Definir objetivos claros: la brújula de la sesión

Antes de siquiera tocar la cámara, necesitas saber qué quieres conseguir con cada fotografía. Este es el primer y más importante paso, porque todos los elementos posteriores dependen de él: selección de platos, estilo de iluminación, composición, y hasta la duración de la sesión.

Reflexión estratégica: Sin un objetivo claro, cada toma corre el riesgo de ser “bonita pero inútil”. Por ejemplo, un plato puede verse espectacular en una foto artística para prensa, pero no transmitir apetito ni claridad si se va a usar en una carta digital. Por eso es fundamental definir el uso final de cada imagen antes de planificar la sesión.

Tipos de objetivos y su impacto en la planificación:

  • Redes sociales: Aquí buscamos cercanía y dinamismo. Las imágenes deben capturar momentos de acción: manos montando un plato, vapor saliendo de una preparación recién hecha, ingredientes cayendo en cámara lenta, o platos siendo servidos con movimientos naturales. La luz puede ser más difusa y natural, los ángulos más creativos y la narrativa más inmediata.

  • Carta o menú digital: En este caso, necesitamos precisión, consistencia y claridad. Cada plato debe ser fácilmente reconocible, sus colores deben ser fieles a la realidad y las texturas deben reflejar el punto exacto de cocción. Se priorizan planos cenitales o frontales, iluminación uniforme y ausencia de elementos distractores.

  • Notas de prensa, branding o marketing: Estas imágenes deben contar la historia del restaurante: no solo los platos, sino los ingredientes, el chef, el equipo y el ambiente. Aquí el storytelling es esencial: se buscan composiciones cuidadas, luz más dramática o ambiental, y detalles que transmitan la filosofía del restaurante.

Ejemplo práctico: En una sesión reciente para un restaurante de pescados de alta gama, definimos que el objetivo era redes sociales y prensa especializada. Comenzamos fotografiando los productos de lonja con luz natural para resaltar frescura, luego los platos terminados con planos detalle, y finalmente el chef y equipo en acción, creando una narrativa coherente que luego se adaptó para Instagram, página web y notas de prensa.

Conclusión: Definir objetivos claros desde el inicio evita pérdidas de tiempo, improvisaciones y resultados inconsistentes. Es la brújula que guía toda la sesión y asegura que cada fotografía tenga un propósito tangible.

2. Selección de platos y planificación del orden: estrategia y resistencia visual

No todos los platos son iguales frente a la cámara. Algunos mantienen forma, color y textura incluso después de minutos fuera de la cocina; otros son extremadamente frágiles y requieren máxima precisión y rapidez. Elegir qué platos fotografiar y en qué orden es crucial para mantener la calidad visual y la coherencia narrativa.

Concepto clave: La “resistencia visual” de un plato es la capacidad de mantener su apariencia óptima durante el tiempo necesario para ser fotografiado. Este factor, junto con la complejidad del emplatado y la relevancia del plato dentro del menú, determina el orden de la sesión.

Estrategia práctica:

  1. Platos resistentes primero: Carnes asadas, pastas con salsas densas o postres compactos son ideales para iniciar la sesión. Esto permite ajustar iluminación, composición y encuadres sin presión.

  2. Platos delicados al final: Espumas, salsas ligeras, hierbas, decoraciones frágiles o elementos efímeros se dejan para el final. Así se evita que se marchiten o deformen antes de ser fotografiados.

  3. Pruebas de emplatado: Antes de la sesión, realiza montajes de prueba para decidir ángulos y detalles de iluminación. Esto asegura consistencia visual y reduce desperdicio de ingredientes.

  4. Platos estrella: Destaca aquellos que representan mejor la identidad del restaurante, tanto visual como gastronómicamente. A veces un plato simple y estéticamente impactante comunica más que uno complejo pero difícil de fotografiar.

Ejemplo práctico: En un restaurante de cocina de temporada, comenzamos fotografiando sopas y guisos que mantienen su forma, luego entrantes con microvegetales delicados y, finalmente, postres con espumas y geles que se deforman rápidamente. Esta planificación permitió mantener la coherencia estética y evitar frustraciones en cocina.

Reflexión: La planificación estratégica del orden de los platos combina estética, narrativa y practicidad, transformando la sesión en un proceso eficiente y profesional.

3. Resaltar productos premium y frescos de mercado

Los ingredientes son los protagonistas invisibles de tu propuesta gastronómica. Fotografiar productos antes de su elaboración aporta autenticidad y confianza, mostrando a tus clientes que cada plato comienza con materia prima de calidad y cuidado.

Qué fotografiar:

  • Pescados y mariscos de lonja: Captura el brillo, color y frescura antes de su preparación.

  • Carnes premium: Mostrar origen y calidad transmite confianza.

  • Verduras y frutas de temporada: Resalta su textura y color natural, comunicando frescura y sostenibilidad.

  • Ingredientes especiales: Aceites, especias o productos gourmet que marcan la diferencia de tu propuesta.

Técnica y storytelling: Una forma efectiva es organizar un “set de ingredientes”, donde cada producto se presenta con luz natural y composición simple. Esto permite que la fotografía resalte la textura y color sin distracciones. Posteriormente, se pueden integrar estos elementos en fotografías del plato final, creando un hilo narrativo visual.

Ejemplo real: En una sesión para un restaurante de pescados de alta gama, se fotografió el pescado recién recibido de la lonja, con detalles de escamas y frescura visible. Luego se fotografiaron las preparaciones cocinadas con ese mismo pescado, permitiendo a los clientes conectar la materia prima con el plato terminado, reforzando la percepción de calidad y autenticidad.

Reflexión: Mostrar la materia prima no es un detalle menor: es la base de la narrativa gastronómica, y demuestra transparencia, cuidado y compromiso con la excelencia.

4. Retratos del equipo y fotografía de ambiente

Una sesión gastronómica no se limita a capturar comida; debe transmitir la experiencia completa del restaurante, incluyendo a las personas que lo hacen posible y el espacio en el que se desarrollan los servicios. Fotografiar al equipo y el ambiente aporta humanidad y contexto, elementos esenciales para que el cliente conecte emocionalmente con la marca.

Retratos del chef y del personal:

  • Captura momentos de acción: un chef cortando, montando o emplatando transmite destreza y pasión.

  • Retratos naturales y cercanos del equipo generan confianza y cercanía. Los clientes tienden a relacionar un rostro con la calidad del servicio.

  • Incluir pequeños detalles, como manos en movimiento, utensilios o herramientas de cocina, agrega autenticidad y narrativa.

Fotografía de interiores y atmósfera:

  • La disposición de las mesas, la iluminación ambiental y los elementos decorativos deben ser capturados para reflejar la identidad del restaurante.

  • Fotografiar la sala vacía y con clientes permite mostrar versatilidad: cómo luce el espacio en distintos momentos del día.

  • Es recomendable planificar estas tomas antes o después de fotografiar los platos, para no interferir con la cocina ni con el ritmo del servicio.

Ejemplo práctico: En una sesión para un restaurante mediterráneo, capturamos al chef decorando un plato mientras se veía el mar de fondo a través de grandes ventanales. Esta imagen, utilizada tanto en redes como en web, transmitió profesionalismo y experiencia única, aumentando interacción y reservas.

Reflexión: Los retratos y fotografías de ambiente completan la narrativa visual del restaurante, transformando la sesión de una simple captura de comida a una historia integral que comunica valores, identidad y experiencia.

5. Preparación del espacio y detalles técnicos

El entorno de la sesión es tan importante como la comida que se fotografiará. Cada elemento del espacio contribuye al resultado final y al mensaje que se transmite.

Vajilla y utensilios:

  • Deben estar limpios, armonizados y coherentes con la identidad visual del restaurante.

  • Cada plato debe “respirar”: evita saturar la mesa con elementos innecesarios que distraigan del protagonista principal.

Iluminación:

  • La luz natural suele ser la mejor opción para transmitir frescura y realismo.

  • Cuando se use luz artificial, esta debe ser suave y direccional, resaltando texturas sin generar sombras duras.

  • Evita reflejos en salsas brillantes o vajilla metálica: un pequeño ajuste de ángulo o difusor puede marcar la diferencia.

Decoración y props:

  • Añade elementos solo si suman valor: hierbas, servilletas, ingredientes, manteles o accesorios que refuercen la historia visual.

  • Evita elementos que compitan con el plato; cada detalle debe tener un propósito dentro de la narrativa.

Control de fondo:

  • El fondo de la imagen debe ser limpio y coherente con el estilo del restaurante.

  • Evita distracciones como utensilios fuera de lugar, cables o iluminación no controlada.

Reflexión: Un espacio cuidadosamente preparado no solo facilita el trabajo del fotógrafo, sino que transmite profesionalismo, cuidado y coherencia, valores que los clientes perciben subconscientemente.

6. Coordinación y sincronización del equipo

El éxito de una sesión depende de la sincronización entre cocina, sala y fotografía. Una buena coordinación reduce estrés y optimiza tiempos, asegurando que cada elemento esté en su punto óptimo cuando llegue frente a la cámara.

Planificación previa:

  • Comparte el plan completo con todos los involucrados.

  • Define roles claros: quién monta los platos, quién organiza ingredientes, quién limpia utensilios o ajusta props.

Comunicación durante la sesión:

  • Mantén contacto constante entre cocina y fotógrafo para ajustar tiempos de preparación y entrega de platos.

  • Coordina descansos y momentos de montaje para no interferir con el servicio regular del restaurante.

Beneficios de la coordinación:

  • Evita errores, platos fríos o presentaciones que pierdan forma.

  • Permite aprovechar al máximo la luz natural y los recursos disponibles.

  • Crea un flujo de trabajo eficiente que ahorra tiempo y reduce estrés para todo el equipo.

Ejemplo real: En una sesión para un restaurante de alta cocina, la coordinación previa permitió fotografiar primero los platos más resistentes mientras se montaban simultáneamente los más delicados. Esto permitió terminar toda la sesión en la mitad del tiempo esperado, manteniendo calidad óptima.

7. Organización de tiempos de cocina y presentación

Cada plato tiene un momento óptimo de preparación y presentación, y fotografiar fuera de este tiempo puede afectar drásticamente la calidad visual. La planificación de los tiempos es, por tanto, un elemento estratégico de la sesión.

Platos calientes:

  • Deben llegar a cámara en su punto exacto de cocción.

  • La textura y el color se mantienen en su mejor estado solo unos minutos, por lo que el fotógrafo debe estar listo antes de que el plato salga de cocina.

Platos fríos o delicados:

  • Se preparan justo antes de la toma para conservar frescura y presentación.

  • Ejemplos: ceviches, ensaladas con microvegetales o postres con espumas.

Platos complejos o multi-elementos:

  • Cada componente debe revisarse: salsas, cremas, hierbas y decoraciones.

  • Coordina la entrega de ingredientes y platos a la vez para evitar pérdidas de tiempo.

Reflexión: La organización de tiempos asegura que cada imagen transmita calidad y cuidado, evitando retoques excesivos y desperdicio de ingredientes.

8. Storytelling gastronómico: contar la historia detrás de cada plato

La fotografía gastronómica efectiva no solo muestra comida: narra una historia completa, desde la materia prima hasta la experiencia del cliente. Cada fotografía debe tener un propósito dentro de esta narrativa.

Secuencia recomendada:

  1. Ingredientes frescos: resaltan calidad y autenticidad.

  2. Preparación: técnica, cuidado y pasión del equipo.

  3. Platos terminados: presentación estética y apetitosa.

  4. Experiencia del cliente: equipo, sala y atención.

Ejemplo práctico: En un restaurante de cocina mediterránea, fotografiar primero los ingredientes frescos, luego su preparación, el plato terminado y finalmente el servicio en mesa permitió que las imágenes se integraran en una campaña de marketing coherente, reforzando la narrativa de frescura y excelencia.

Reflexión: Contar historias a través de la fotografía conecta emocionalmente con los clientes y agrega valor a cada imagen, permitiendo que no solo vendan platos, sino experiencias.

9. Checklist visual para sesiones completas

Un error común en las sesiones gastronómicas es olvidar elementos importantes que luego son difíciles de recuperar. Por eso, crear un checklist visual es esencial. Este documento actúa como guía durante toda la sesión, asegurando que cada elemento necesario para la narrativa esté presente y fotografiado correctamente.

Qué incluir en tu checklist:

  1. Ingredientes frescos y premium: Fotografiar productos de calidad antes de ser cocinados permite mostrar transparencia y autenticidad.

  2. Preparaciones en proceso: Montaje de platos, técnicas de cocina, uso de herramientas y utensilios. Esto aporta dinamismo y evidencia profesionalismo.

  3. Platos terminados: Fotografiar primero los más resistentes y luego los delicados, para mantener la calidad visual.

  4. Retratos del equipo: Chef y personal en acción o en retratos naturales, mostrando pasión y cercanía.

  5. Interiorismo y detalles de la sala: Mesas, iluminación, decoración, disposición de espacio.

  6. Elementos de branding y distintivos: Logos, menús, packaging o cualquier elemento que refuerce la identidad del restaurante.

  7. Tomas de storytelling: Ingredientes → preparación → plato → experiencia del cliente.

Ejemplo práctico: Un restaurante de cocina de mercado implementó un checklist visual durante la sesión. Resultado: ningún ingrediente ni plato quedó fuera, y todas las fotografías necesarias para redes, web y prensa fueron capturadas en una sola jornada, optimizando tiempo y recursos.

Reflexión: La checklist es tu hoja de ruta durante la sesión. Mantenerla activa garantiza que nada se quede sin documentar y que la narrativa visual sea completa y coherente.

10. Aprovechar las fotos después: maximizar su valor

Las fotos no terminan en la cámara; su verdadero valor está en cómo se utilizan posteriormente. Una buena planificación de uso garantiza que cada imagen cumpla un propósito estratégico y genere retorno de inversión.

Canales y usos recomendados:

  • Redes sociales: Instagram, Facebook, TikTok o LinkedIn. Cada plataforma tiene formatos distintos: stories, reels, carruseles. Ajustar las fotos según el canal permite aumentar interacción y alcance.

  • Página web y reservas online: Imágenes profesionales generan confianza y aumentan la conversión de visitantes a clientes. Un menú visual bien presentado hace que los clientes sepan exactamente qué esperar.

  • Marketing y prensa: Fotografías de alta calidad sirven para notas de prensa, colaboraciones con marcas, publicaciones gastronómicas y eventos.

Tips prácticos para maximizar el valor:

  • Organiza las fotos por categorías y formatos, según su uso: redes, web o marketing.

  • Mantén un archivo maestro con imágenes en alta resolución y versiones optimizadas para web.

  • Planifica campañas visuales: combina fotos de ingredientes, procesos, platos y equipo para contar una historia completa.

Ejemplo real: Un restaurante de cocina mediterránea implementó un plan post-sesión: cada foto fue utilizada en Instagram, página web y notas de prensa. Resultado: incremento del 35% en reservas online y más cobertura mediática, gracias a la coherencia y calidad visual de las imágenes.

Reflexión: La planificación estratégica del uso de las fotos multiplica su valor y convierte cada sesión en una inversión tangible para el restaurante.

11. Cierre: la preparación como clave del éxito

Cada detalle cuenta. Desde la selección de ingredientes hasta la coordinación del equipo y la planificación de tiempos, todo influye en el resultado final. Una sesión bien organizada no solo produce fotos atractivas, sino que comunica pasión, profesionalismo y autenticidad.

Puntos clave de reflexión final:

  • La planificación previa determina la eficiencia de la sesión.

  • Mostrar ingredientes, preparaciones, platos terminados, equipo y ambiente construye una narrativa completa.

  • Coordinar al equipo reduce errores y optimiza tiempo.

  • Preparar el espacio y controlar la iluminación garantiza coherencia y estética.

  • Organizar los tiempos de cocina asegura que cada plato luzca perfecto.

  • Planificar el uso posterior de las fotos maximiza el retorno de la inversión.


En Las Tres Erres, acompañamos a cada restaurante para que cada sesión gastronómica cuente su historia de manera coherente, atractiva y memorable. No solo capturamos platos: transmitimos identidad, pasión y experiencia.

"Prepara tu sesión con dedicación, cuida cada detalle y deja que tu restaurante cuente su historia. Tus platos, tu equipo y tu pasión merecen ser mostrados con todo su esplendor."